Friday, February 16, 2007

Todas íbamos a ser reinas


"PARA QUE NADIE PIERDA LA MEMORIA,POR QUE SOY PARTE DE ESTA HISTORIA".



Lugares de Detención y Testigos

Capítulo III


AÑO 1974
Cecilia Labrín luego de su detención fue conducida a la casa que la DINA tenía en la calle LONDRES Nº 38 de Santiago.
Cecilia Bojanic, fue trasladada a la casa de JOSÉ DOMINGO CAÑAS Nº: 1349 - 1369. de la Comuna de Nuñoa. Igual cosa sucede con Jacqueline Drouilly, quién llega a esa misma casa el día 30 de octubre de 1974.
Gloria Esther Lagos es vista por primera vez en el centro de incomunicados de CUATRO ALAMOS a fines de agosto de 1974.
La casa de tortura de la calle Londres fue el local donde funcionó hasta antes del Golpe de Estado un Comité Local del Partido Socialista. Esta casa de 2 pisos fue requisada por la dictadura y entregada a principios de 1974 a la DINA. Actualmente funciona allí el Instituto O'Higginiano y su número 38 fue cambiado por 40.
En noviembre de 1973 había comenzado a actuar un grupo dirigido por Manuel Contreras, que más tarde serviría de base para constituir la DINA la que fue institucionalizada mediante Decreto Ley 521 de la Junta de Gobierno el 18 de junio de 1974, para limar fuertes roces que se producían entre todos los servicios de inteligencia que por esa época actuaban en la represión. El decreto de su creación le daba enormes poderes y le otorgaba recursos propios. La DINA se constituyó con personal de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas, Carabineros, Investigaciones y con civiles. Dependía directamente de la Junta de Gobierno, pero según declaraciones del General Gustavo Leigh: « "...la DINA desde sus inicios, en los hechos paso a depender directamente del jefe de estado. Ni yo ni los otros miembros de la Junta me consta teníamos tuición sobre lo que hacía o no hacía la DINA".( Revista Análisis, del 25 al 31 de Marzo de 1986, página 25).
La casa de la calle Londres estuvo a cargo de la Brigada de Inteligencia Metropolitana BIM, cuyo comandante era el oficial del Ejército Manuel Manriquez Moyano. En esa casa operaban dos agrupaciones de la DINA: "Caupolicán", especializada preferentemente en la represión contra el MIR y la "Tucapel", que se ocupaba de los partidos Comunista y Socialista.
Posiblemente a cargo de estas agrupaciones estaba el Capitán Miguel Krasnoff Marchenko, puesto que, según testimonio de ex-prisioneros políticos que pasaron por ese lugar, él estaba permanentemente en esa casa investigando, dando ordenes de torturar, y acompañando al Capitán Manuel en operativos. Además estaba Marcelo Moren Britto, quién concurría a ese local a buscar información de aquellos detenidos que podían mediante tortura aportarle mayores antecedentes.
Entre el personal de la DINA que trabajaba en la casa de calle Londres existían mujeres que cumplían labor administrativa, escribían a máquina y consignaban los datos de los prisioneros que venían llegando. Nunca nadie las vio pues todos los detenidos llegaban a ese lugar con los ojos vendados. Ellas registraron la llegada de Cecilia Labrín. Los demás funcionarios eran hombres, alrededor de 20, estaban encargados de custodiar a los prisioneros. Existían también dos jefes de grupos operativos llamados posiblemente Halcón 1 y Halcón 2, eran los que salían a detener y luego interrogaban y torturaban. El grupo Halcón 1 estaba a cargo de un individuo apodado 'El Troglo" y secundado por Osvaldo Romo Mena.
Erika Hening de Chanfreau C.I.No: 6495142-4, nos describe así su encuentro en casa Londres Nº 38, con CECILIA LABRIN SAZO: 'yo estaba detenida desde el 31 de julio de 1974 en ese lugar. El día anterior habían detenido a mi esposo Alfonso Chanfreau".
"El día 30 de julio como a las 11 de la noche llegan a nuestra casa unos 10 hombres vestidos de civil todos fuertemente armados. Dirigía el grupo un capitán al que llamaban Manuel. Este era de regular estatura, tal vez 1 metro 75, delgado, pelo oscuro, peinado para el lado, con bigotes, ojos oscuros, de rasgos más bien finos. De unos 30035 años, cuidado en su aspecto y en sus modales. Hablaba fuerte dando ordenes pero con un lenguaje adecuado... a mi me trataba de señora".
"En el grupo iba Osvaldo Romo a quién los demás le decían Jefe Gordo. Fue Romo el que allanó en forma violenta la casa, se dirigía a mí de modo vulgar y grosero. Me tuteaba y me decía 'tu marido es un carajo".
"Luego que identifican a Alfonso lo toman entre varios para llevárselo, igual cosa hicieron conmigo, pero ante las súplicas de Alfonso aceptaron trasladarme con mi hija a casa de mi familia. Al día siguiente temprano en la mañana me fueron a buscar. No iba el capitán Manuel ni Osvaldo Romo sino un hombre de unos 40 años, de baja estatura y muy delgado, los demás lo llamaban Jefe Flaco; era de cara hundida, de pelo negro y liso, muy moreno, con piel aceituna.
Iba acompañado de un hombre joven, pelo castaño, de tez blanca, bastante alto, tal vez 1 metro 80. Era el que manejaba la camioneta en que me llevan con los ojos pegados con scotch y vendados a la casa Londres, según supe por los demás prisioneros que allí se encontraban".
Erika Hening asegura que reconocería inmediatamente a cualquiera de sus aprehensores si pudiera verlos nuevamente. El relato continúa así: "a principios de agosto a cada prisionero nos pusieron un número y de allí en adelante no nos llamaron más por nuestros nombres, sólo por el número. Además, siempre nos mantuvieron a todos con los ojos vendados".
El día 13 de agosto de 1974, me acuerdo que fue día martes en la mañana, temprano sacan a Alfonso con otros 6 prisioneros y me permiten despedirme de él Luego me volvieron a la sala, allí me sientan al lado de una mujer que acababa de llegar y que al igual que yo estaba con los ojos vendados. En voz baja me contó que había sido detenida la noche anterior en su propia casa, me dijo que se llamaba Cecilia Labrín, que era Asistente Social y que trabajaba en la fábrica Hucke; recuerdo que sacó un chocolate de su bolsillo y me dio la mitad. Hablaba con voz suave y tranquila. Le conté quien era y lo que habla sucedido con nosotros; me dijo que conocía a Alfonso. Me contó también que estaba embarazada. A Cecilia al igual que al resto le pusieron un número".
"Un día llegó a la casa de la calle Londres un jefe que probablemente era Marcelo Moren Britto. Su llegada fue precedida por revuelo e intentos de orden por parte del personal. El vino a interrogarnos y a ficharnos a todos, nos subían a una oficina al segundo piso. La voz de Moren Brito no la olvidaré jamás; ronca, fuerte, dura, autoritaria, cortante. Preguntaba sin detenerse como un cuchillo...nombre del padre de la madre edad estudios... y así todo. Fue un fichaje completo con todos los detalles de nuestras vidas y de nuestras familias. Cuando me interrogaron a mi; en la misma sala y simultáneamente, interrogaron a María Angélica Andreoli, quién se encuentra entre las 57 mujeres desaparecidas. A Cecilia Labrín también la interrogaron".
El día 16 de agosto Erika fue trasladada a Cuatro Álamos, Cecilia quedó en la casa de calle Londres Nº 38.
"A Cuatro Álamos no llegó nunca Cecilia Labrin mientras yo estuve allí'.
No hemos encontrado ningún otro testigo que nos informe del destino de Cecilia Labrín.
Sobre lo sucedido con GLORIA LAGOS NILSON luego de su detención hemos logrado saberlo por Adriana Urrutia, C.I. 2.136.718 - 4 de Santiago, quien estuvo detenida con ella en una pieza de incomunicados de Cuatro Álamos, aproximadamente a fines de agosto y primeros días de septiembre de 1974.
Adriana Urrutia dice: "fui detenida el día 8 de agosto de 1974 en mi casa, junto a mi esposo Ernesto Mewes. Nos denunció Marcia Merino Vega a quien decían la Flaca Alejandra y que había vivido con nosotros como una hija por casi un año. Después del golpe, se refugió en nuestra casa".
"En el operativo iban 3 hombres y Marcia, quién permaneció en la cabina de la camioneta. Fue como a las 11 de la noche, yo ya estaba en bata, golpean fuertemente la puerta, al abrir entran violentamente dos hombres... uno alto, macizo, medio bruto, con muy mal cutis, como picado de viruela, cara roja, sanguínea, pelo negro, ...el otro, medio rubio, delgado, tez blanca, de buen trato.
Nos hicieron pocas preguntas, luego me ordenan que me vista y que lleve dos frazadas. Luego que nos fuimos supe que nuestra casa posteriormente fue ocupada por la DINA. Al subir a la parte de atrás de la camioneta, divisé a Marca Merino Vega quien se tapó la cara con las manos.
Una vez arriba nos pusieron scotch(1) sobre los ojos. Nos condujeron hacia el centro de la ciudad, al llegar a una casa nos preguntaron nombres completos, carnet de identidad, estado civil, es decir todos nuestros antecedentes. Luego nos dejaron sentados en lo que debe haber sido el hall. Con mi esposo estábamos decididos a no darlos nombres de los jóvenes del MIR que conocíamos: no decir una palabra, ni dar una seña. Al cabo de un tiempo nos llevaron a una pieza, Marca Merino, la Flaca Alejandra, me sacó el scotch y me dijo: 'mírame Adriana como estoy; y me suplicó lo dijera todo. A su lado estaba Osvaldo Romo, a quien yo también conocía con anterioridad: Me negué, la ignoré, y entonces fui desnudada, atada en una cama metálica y torturada, igual cosa hicieron con mi esposo. Los dos permanecimos callados".
"El día 9 de agosto en la mañana me sacan de esa casa, a mí sola, sin venda. Me doy cuenta que estoy en la calle Londres y veo el No 38. Luego me suben a un auto, me ponen un pañuelo, mi propio pañuelo, sobre los ojos. Yo veía a través de él pues era de seda. Me condujeron hacia el barrio alto, reconocí la calle Arrieta y la casa donde paramos. Había estado allí para un remate, había sido la residencia del Embajador de Allende en Roma Carlos Vasallo. Esa casa es la conocida como Villa Grimaldi; en esa época no tenían presos allá al parecer la estaban acondicionando".
"Me introdujeron en una gran pieza, era Osvaldo Romo el que me conducía. Frente a mi un inmenso escritorio, detrás de él un hombre sentado, que me interrogó. Años después al ver su foto reconocí al militar Pedro Espinoza Bravo. Me insistió a que reconociera a Marcia Merino, me negué. Me ofreció un pasaje a Buenos Aires si hablaba, insistí en mi negativa. Entonces cambió de tono y ordenó en forma violenta que me sacaran de la pieza. Fue algo espantoso, afuera me esperaba una verdadera jauría de hombres; eran como 10 que me gritaban, me insultaban, me arrastraron hasta un patio amarrándome en el suelo los brazos y piernas. Luego sentí el ruido de un motor, de una máquina, me gritaban habla sino te vamos a atropellar, permanecí desesperada en silencio. Alguien dijo nosotros aquí no matamos pero dejamos lisiados para el resto de la vida. Me pasaron una rueda sobre ambas piernas, quemante, atroz,... confesé.., perdí el conocimiento".
Adriana fue trasladada esa noche del día 9 de agosto de nuevo a la casa de calle Londres. Allí la dejan tirada en una colchoneta en el hall, las piernas amoratadas, hinchadas, edematosas, le era imposible siquiera apoyarse en ellas. "Durante esos tres días fui testigo de la presencia de Mauricio Jorquera en esa sala. Mauricio está ahora desaparecido. A ese muchacho que se quejaba pidiendo agua, le dijeron 'si hablas te vas al hospital, sino te vas a morir. Ella recuerda, "nos dejaron solos, le hablé por su nombre y exigí que le trajeran agua".
Al cabo de 3 días a Adriana la vuelven a torturar junto a su esposo. Con un laque(2) le produjeron una lesión en la columna, lesión que sería comprobada más tarde en un hospital de Dinamarca y de la cual se guardan los exámenes.
Adriana continua así su relato: "el día 18 o tal vez 19 de agosto fuimos trasladados junto con todos los prisioneros que nos encontrábamos en Londres 38 al pabellón de incomunicados de Cuatro Álamos. Allí estuve con Muriel Dokendorff, María Elena Gonzalez y Patricia Herrera".
"A fines de agosto entran a nuestra pieza a una mujer alta, delgada, tez clara, pelo casi rubio, ojos muy lindos, posiblemente verdes. Se encontraba embarazada. Venía muy asustada, nerviosa, nos relató que la habían detenido en su hogar. Estaba desesperada porque sus tres lujos habían quedado solos llorando en su departamento. Nos dijo que se llamaba Gloria Esther Lagos Nilsson, nos revelo todo lo que con ella había pasado, de cómo entró de todos modos a su casa a pesar de la advertencia de sus vecinos, de cómo su conviviente se había fugado de la DINA...".
A principios de septiembre Adriana fue trasladada a libre plática, Gloria quedó en el pabellón de incomunicados. "La esperamos; a Tres Álamos no llegó nunca".
CECILIA BOJANIC y Flavio Oyarzún fueron detenidos el 2 de octubre de 1974, y luego fueron conducidos a la casa de José Domingo Cañas No 1369-1349 de la Comuna de Ñuñoa, centro de reclusión de la DINA, entre los meses de agosto y noviembre de 1974. En los días posteriores al golpe esta residencia fue utilizada por la Embajada de Panamá, para alojar asilados. Al ser desocupada, fue tomada por la DINA. En la actualidad es un albergue de menores.
En este centro secreto operaba el Capitán de Ejército Marcelo Moren Brito y el Teniente Miguel Krasnoff Marchenko, alguien conocido como "Teniente Pablito" ('Teniente Pablito" era el apodo que usaba el Teniente del Ejército Fernando Adrian Laureani Maturana) y también el Grupo Halcón 1 a cargo de "El Troglo'. Es posible que un hombre al que decían Capitán Maxy cuyo nombre es Francisco Maximiliano Ferrer Lima haya sido el directamente responsable de este centro de Interrogatorio - tortura, muertes y desaparecimientos.
La estadía de Cecilia Bojanic en estos lugares fue confirmada por testimonio de otros detenidos que compartieron días de reclusión con ella, y que más tarde fueron liberados. A fs. 28 del proceso por secuestro, se acompaña una declaración jurada ante Notario Público de Alemania Federal, fechada el 15 de octubre de 1975, en la cual la Sra. Marta Caballero Santa Cruz, nacida el 1 de agosto de 1939, con domicilio en 6.000 Frankfurt am. Main, calle Metz 8, con pasaporte chileno Nº : 1.067203. afirma: "Durante mi permanencia en la Cárcel, sección investigaciones DINA, ubicada en la calle José Domingo Cañas, de Santiago de Chile, y en la sección 4 de la Cárcel Tres Álamos de Santiago, entre el 5 de octubre de 1974 y el 15 de octubre de 1974 vi a la Sra. Cecilia Miguelina Bojanic Abad, que se encontraba con un embarazo de 4 meses"
Entrevistada en Chile, en el curso de esta investigación, Marta Caballero Santa Cruz CI. Nº: 4.550.643-6 de Santiago, relata así su encuentro con Cecilia Bojanic: "Fui detenida el día 3 de octubre y trasladada con los ojos vendados a la casa de José Domingo Cañas. Allí fui interrogada y torturada. Al cabo de 3 días, es decir el 6 de octubre fui trasladada en carácter de incomunicada a Cuatro Álamos. Me introdujeron en una pequeña pieza y me quitaron la venda. Allí había 3 mujeres: Rosalía Martinez; Inés Lamozay Cecilia Bojanic esta última estaba embarazada.
Era de mediana estatura, ojos claros, pelo corto y liso, muy expresiva, alegre y espontánea, cantaba permanentemente a pesar que durante 3 días tuvo intenso dolor de muelas. Cantaba siempre una canción para que Flavio la oyera.... a la distancia se escuchaba una melodía en respuesta Recuerdo que me contó que vivían en un sector popular en un departamento pequeño, pobre pero que ella lo tenía hermoso y lleno de vida".
"Cecilia se veía tranquila y segura Estaba confiada en que pronto la dejarían en libre plática y luego en libertad pues nos decía que ella no tenía caros políticos de responsabilidad. Estaba tranquila y trataba de darnos ánimo a nosotras. Recordaba permanentemente a su hijito Leonardo y nos contaba cosas hermosas de él cómo hablaba, sus gestos, sus expresiones, sus sonrisas".
"Con Rosalía Martinez Cereceda, artista y música, en voz muy baja cantaban a dúo para estimularnos, para darnos fuerza y esperanzas".
"El guardia que nos cuidaba que evidentemente estaba del lado nuestro, a escondidas introdujo una guitarra en la celda y luego una noche logró conducir a Cecilia frente a la pieza donde estaba Flavio para que lo viera .Este guardia a quien le decíamos "Mauro" fue posteriormente asesinado" ". (Su nombre era Carlos Carrasco Matus. Fue detenido el 14 de Marzo de 1975 en su domicilio, por dos funcionarios de la DINA; días después un oficial de la DINA retiro de su casa el arma de servicio de Carrasco. El 26 de marzo el oficial de la DINA placa número 8869, comunico al padre que este se encontraba en la prisión de 'Tres Álamos".
Dos días mas tarde ese mismo oficial concurrió a la casa de Carrasco, comunicando a sus familiares que este se habla fugado ignorándose donde se encontraba.')
"Un día, debe haber sido el 9 o 10 de octubre, entró Mauro a buscarla, le dijo que ella y su marido serían trasladados. Se despidió tranquilamente de nosotras estaba contenta, segura de que la liberarían. Nos besó y nos dio ánimo; Cecilia nunca llegó a Tres Álamos y con el tiempo supimos que nunca llegó a ningún lado y que ella y Flavio, junto a otros que fueron detenidos en esa época están también desaparecidos
Ratifica lo afirmado en el testimonio anterior, la declaración jurada ante Notario Público del 3 de diciembre de 1975, en la ciudad de Ulm, Alemania Federal, otorgada por don Eduardo Lebrecht, pasaporte alemán Nº: 4.087261, este testigo señala: ".. 1) Fui detenido la noche del 30 de septiembre de 1974 por la DINA, en la vivienda de calle Carlos Silva Vildósola, parcela 178, en Santiago de Chile. 2) Fui llevado al centro de torturas de José Domingo Cañas, de la Comuna de Ñuñoa, en Santiago de Chile, y estuve allí el l,2 y 3 de octubre de 1974, donde vi y hablé con las siguientes personas: Flavio Oyarzún Soto y su esposa, la cual estaba embarazada...". Esta declaración se encuentra acompañada a Ls. 39 en el proceso criminal antes mencionado.
El testimonio de doña Rosalía Martinez Cereceda, C.I. Nº:1.684.626, de Israel, que consta en declaración ante Notario Público otorgada en la ciudad de Tel-Aviv, Israel, el 3 de noviembre de 1975, agrega mayores detalles sobre la permanencia de la afectada y su cónyuge en centro de reclusión a cargo de la DINA. La testigo expresa: "...Que fui detenida por el Servicio de Inteligencia Nacional - DINA - el día 22 de septiembre de 1974 mientras me encontraba en mi casa, calle Alonso de Canas 1107".
"Que fui conducida por el personal de la DINA a una casa, que después supe; estaba ubicada en José Domingo Canas esquina República de Israel En esta casa permanecí hasta el día 5 de octubre de 1974, fecha en que fui conducida al pabellón incomunicados, ubicado en el campo de prisioneros de Tres Álamos. Allí permanecí hasta el 9 de noviembre; fecha en que pasé a libre plática hasta fin de diciembre; mes en que fui expulsada del país".
Durante mi estadía en la casa de José Domingo Cañas pude ver allí a Cecilia Bojanic y su marido, Flavio Oyarzún, que fueron detenidos aproximadamente el día 2 de octubre de 1974, también por personal de la DINA (las fechas no las puedo precisar con demasiada exactitud debido a que las condiciones no lo permitían). Cecilia estaba embarazada de 5 meses. Ellos fueron sacados de ahí el día 4 de octubre en la noche y fueron trasladados e incomunicados a Cuatro Álamos".
"El día 5 de octubre, cuando llegué al pabellón de incomunicados, me encontré nuevamente con Cecilia, que estaba en la pieza Nº 2 de mujeres. Cecilia se encontraba muy bien de salud, pero necesitaba control médico por su embarazo, por lo que fue revisada por el médico del pabellón, que le recetó vitaminas".
"Ella se encontraba en la lista regular de detenidas ya que todas las mañanas y noches se pasaba lista con nuestros nombre".
"Aproximadamente a mediados de octubre, Cecilia, su marido Flavio y otras personas, fueron sacadas como a las 11 de la mañana para ser llevadas a un lugar desconocido que no se mencionó. Nunca más los vimos ni supimos nada de ellos".
JACQUELINE DROUILLY fue conducida junto a su esposo Marcelo Sa1inas al igual que Cecilia Bojanic y Flavio Oyarzún, a la casa de José Domingo Cañas. "Esta casa tenía una pieza en el patio separada de la casa principal al parecer era de madera. Al lado de la pieza había como un closet(3) allí ponían a los que habían sido recién torturados. En otra pieza tenían a las prisioneras que colaboraban con ellos (En ese tiempo Marcia Merino Vega y Luz Arce). Cuando nos sacaban a interrogatorio cruzábamos el patio, por supuesto siempre con los ojos vendados y para entrar a la casa había que subir tres peldaños" , recuerda una prisionera política de esa época.
Amanda de Negri, de profesión abogado, C..I. 4.930.155 de Santiago, detenida el 9 de Octubre de 1974 por el propio Marcelo Moren Britto, relata que el 30 de Octubre cuando ella ya se encontraba en Tres Álamos, en libre plática, fue llevada nuevamente a la casa de José Domingo Cañas para someterla a un nuevo interrogatorio. "Luego que me interrogaron y me aplicaron corriente sin poder confirmar nada de lo que me preguntaban, me trasladaron hasta la pieza en donde tenían hacinados a todos los prisioneros políticos. Por la forma de mi cara yo podía ver echando para atrás la cabeza, en esa forma distinguí sentada en un rincón, a una muchacha joven, algo gorda; con un chaquetón de lana y con una falda. Estaba callada y permaneció callada durante toda la noche; sólo contó en voz baja que la habían detenido junto a su esposo y que se llamaba Jacqueline Drouilly. Además nos dijo que era de Temuco y que estudiaba Servicio social Cuando empezó a amanecer y todos nos dábamos ánimo, Jacqueline permanecía callada, sólo al medio día empezó a hablar y a decir cosas divertidas que nos hacían reír. A Marcelo lo tenían en el closet y al parecer los habían torturado. Pienso que esa alegría y confianza que trataba de infundirnos era para ella tal vez un mecanismo de defensa". A Amanda de Negri la trasladan al cabo de 6 días nuevamente a Cuatro Álamos. Jacqueline y Marcelo Salinas quedaron en José Domingo Cañas.
Cecilia Jarpa Zuñiga C.I 6.399.677-7 quién fue detenida por la DINA el 1 de Octubre de 1974, nos relata que, el 30 de Octubre, encontrándose todavía en José Domingo Cañas donde había sido interrogada y torturada, conoció a Jacqueline Drouilly: "Ella llegó en la noche. Al cabo de algunas horas la vuelven a sacar y la regresan más tarde. Durante 15 días estuve con ella, luego nos trasladaron a las dos juntas a Cuatro Álamos. Allí estuvimos en la pieza 3. Jacqueline siempre estaba hablando, diciendo cosas divertidas y era muy graciosa, lograba hacemos reír; además era ingeniosa, se las arregló para saber dónde tenían a Marcelo en Cuatro Álamos, y con un espejito, que no sé de dónde había sacado, le hacía señas con el sol a través de una ventana. Un día empezaron a llamar por sus nombres a algunos prisioneros, los llamados salieron de sus piezas y se pusieron en fila en el corredor. Era una larga lista. Todos ellos están ahora desaparecidos, entre ellos Jacqueline y Marcelo".
AÑO 1975
MICHELLE PEÑA HERREROS es la única que desaparece el año 1975, el día 20 de junio.
A Michelle nadie la vio jamás en ningún centro de reclusión. Por su madre, Gregoria, hemos obtenido antecedentes que nos indican que ella fue trasladada antes del parto al Hospital Militar y luego al Hospital de la Fuerza Aérea, en donde habría nacido su hijo.
Como recordamos, doña Gregoria tenía una fuente de soda desde hacía muchos años, frente a las Fiscalías Militares: "Yo conocía a muchos de los que allí trabajaban, los veía diariamente. Días después del desaparecimiento de Michelle, en mi desesperación solicité a uno de ellos (lo reconocería inmediatamente si lo volviera a ver) me ayudara a buscarla. Días después me informó que Michelle estaba bien y que me mandaba a pedir algunas prendas de vestir y libros, especialmente uno, "Les Fables de la Fontaine". Sólo ella podía pedir ese libro. Se sabía las fábulas casi de memoria y en su último cumpleaños yo le había regalado una nueva edición. Días más tarde este hombre me informó que Michelle había sido trasladada al Hospital de la FACH porque en el militar no había maternidad".
Durante un año la madre fue todos los días de visita a pararse frente a la puerta de Tres y Cuatro Álamos y sólo una vez logró entrar; nadie vio nunca a Michelle y las informaciones eran "sólo rumores". Gregoria fue también a la cárcel de Pirque en la zona del Cajón del Maipo donde habían sido trasladadas las presas políticas. Todo fue inútil A Michelle y a Ricardo Lagos Salinas nadie los vio nunca en ningún lugar.
AÑO 1976.
De las tres mujeres que desaparecen en 1976: Nalvia Rosa Mena, 29 de abril de 1976; Elizabeth de las Mercedes Rekas, 25 de mayo de 1976 y Reinalda del Carmen Pereira, 15 de diciembre de 1976, ignoramos absolutamente donde pueden haber sido conducidas después de su secuestro.
No existen antecedentes sobre los lugares a que fue conducida ELIZABETH REKAS URRA, sólo tenemos el relato hecho por su hermano, ya descrito anteriormente en el cual presume que Elizabeth Rekas y Antonio Elizondo fueron llevados a Villa Grimaldi.
Es altamente probable que REINALDA DEL CARMEN PEREIRA PLAZA haya sido raptada al igual que otros militantes comunistas que son secuestrados ese mismo 15 de diciembre por el así llamado Comando Conjunto. La existencia de esté grupo de represión y aniquilamiento al Partido Comunista principalmente, fue conocido por las declaraciones de uno de sus agentes, Andrés Valenzuela quien confeso su participación en este Comando y que actualmente vive en Francia (La declaración de Andrés Valenzuela hecha en una entrevista periodística fue publicada en el Diario El Nacional de Caracas el 7,8, 9 y 10 de diciembre de 1984). El acuerdo de crear este grupo había sido tomado por Edgar Ceballos Jones de la Fuerza Aérea y Marcelo Moren Britto del Ejército actuando en representación de la DINA. A través de testimonios de ex presos po-líticos de los primeros años de la dictadura, conocida era la rivalidad existente entre la Fuerza Aérea y la Dina ('Torture et Resistance au Chili". Reszczynski, Rojas y Barcelo. Páginas 171 a 190). Al parecer finalmente se habría realizado un pacto para actuar en forma coordinada.
Los principales jefes de este grupo fueron: ROBERTO FUENTES MORRISON de la Fuerza Aérea MANUEL MUÑOZ GAMBOA de Carabineros DANIEL GUIMPER de la Armada JULIO CORBALAN del Ejército
El 1 de septiembre de 1975 habría empezado a funcionar dicho Comando. Entre los años 1975 y 1976, decenas de chilenos y chilenas desaparecen, entre ellas Michelle Peña, Nalvia Rosa Mena, Elizabeth Rekas y Reinalda del Carmen Pereira.
El Comando Conjunto utilizaba, al principio, varios lugares de detención que fueron descritos por Andrés Valenzuela; más tarde el Comando se trasladó a Colina, a una construcción nueva especialmente habilitada. A uno de estos lugares habría sido trasladada Reinalda del Carmen Pereira y posiblemente Nalvia Rosa Mena, como así también otras mujeres detenidas desaparecidas de esos años. (Algunos de los lugares descritos por Andrés Valenzuela son: una casa ubicada en el paradero 18 de Vicuña Mackenna conocida como "Nido 18"; una casa ubicada en el paradero 20 de la Gran Avenida conocida como "Nido 20"; era donde funcionaba el Diario El Clarín en la calle 18 conocido como "La Firma"; una casa ubicada en la calle Bellavista cerca de Loreto frente a las canchas de tenis)
Como dijimos no hay testigos ni lugares conocidos que nos indiquen dónde fue conducida Reinalda luego de su detención, sin embargo la tramitación de su causa No 2.77 por la cual el Ministro en Visita pide al Ministerio del Interior una respuesta sobre el paradero de Reinalda y otros dirigentes comunistas, podemos conocer que, en efecto, el Ministerio del Interior responde el 4 de febrero de 1977 lo siguiente: "US. litina, ha solicitado información acerca de Santiago Araya Cabrera, Edrás Pinto Arroyo, Lincoyán Yalú Berrios Cataldo, Lirandro Cruz Díaz, Horacio Cepeda Marinkovic; Reinalda Pereira Plaza, Armando Portilla y Luz Lazo Santander (...)Al respecto puedo informar a US Iltina. que, consultado el Departamento de extranjería de la Dirección General de Investigaciones, se informó, mediante los documentos que se adjuntan para su conocimiento, que todas las personas indicadas en el punto anterior registran salida del territorio nacional, en las fechas y lugares que en cada caso señalan".
En el libro "¿Donde Están?" Tomo VII (¿Donde Están? Tomo VII, A.F.D.D. Vicaría de la Solidaridad. Páginas 1865 a 1866), al presentarse el caso de Reinalda Pereira se entregan más antecedentes sobre esta situación: «A este oficio se adjuntaron 8 certificados de viaje, emanados del Departamento de Extranjería y Policía Internacional de Investigaciones, corres-pondiendo el No 354 a doña Reinalda del Carmen Pereira. En este documento fechado el día 3 de febrero de 1977, se consigna que existe constancia "que doña Reinalda Pereira Plaza, nacionalidad chilena, C.l. No 5.319.316 de Chile, registra el siguiente viaje a contar de diciembre de 1976. SALIDA: 21.1276 Los Libertadores - Argentina". El Tribunal se constituyó en el Departamento de Extranjería de Investigaciones, procediendo a revisar los archivos de donde emanaba la información anterior. En el punto 5. del acta levantada por el Tribunal, se consignó: "Reinalda Pereira Plaza; cédula de identidad número 5.319.316 de Santiago; salida el 21 de diciembre de 1976; a pie; certificados de viaje No 354"»
Más adelante la publicación aludida agrega: «Tal explicación de la situación de doña Reinalda Pereira Plaza es de toda suerte, completamente inverosímil. Se da cuenta de la salida a pie, desde el territorio nacional, con rumbo a la República de Argentina, de una mujer que se encontraba en el sexto mes de su primer embarazo y cuya principal preocupación era justamente la de esperar con tranquilidad y sin exponerse a hechos que pusieran en peligro la gestación, el nacimiento de su hijo».
Esta situación no ha podido ser aclarada; por cierto que tal explicación no ha satisfecho a sus familiares. Max Santelices, el cónyuge de la detenida desaparecida, ha expresado: "Mi esposa ha sido detenida por organismos de seguridad del Estado a los que me referí anteriormente, porque ya había sido detenida por su militancia política comunista y connotada actividad sindical, así como me niego a creer que haya abandonado mi casa, ni país ni la provincia de Santiago siquiera, por su estado de salud y por la evidencia de que sus planes eran continuar viviendo en nuestra casa, sus pertenencias, su ropa, etc. aún están ahí y porque a la fecha no contaba siquiera con $300, que le hubieran permitido comprar un abrigo para protegerme".
Por su parte, su madre, doña Luzmira Plaza Medina, ha manifestado: "Estimo que mi hija desapareció porque ha sido detenida y descarto la idea que haya podido viajar al extranjero por cuanto no estaba en situación para ello: estaba embarazada...; atribuyo su desaparecimiento a que ha sido detenida y tiene que haberlo sido por personal de DINA".
"Durante la tramitación de la causa por desaparecimiento de las mencionadas personas, el Tribunal realizó diligencias que determinaron las formalidades que deben cumplirse en relación a la salida de personas del país, por la avanzada Los libertadores. El Tribunal se incautó de las hojas de ruta en la que aparecían anotadas las supuestas salidas y consignó también en el acta de la inspección personal a la avanzada "Los nombres de las personas anteriormente referidas aparecen en hojas de ruta con otras caligrafías que las que han anotado los nombres anteriores en la misma plana, en todo caso, en las últimas líneas de las diferentes fojas de ruta". En la hoja de ruta correspondiente al registro de la supuesta sa-lida de la afectada, se advierte con claridad que la caligrafía utilizada no corresponde a la empleada en el renglón anterior, en el que se anotó la salida de otra persona. Cabe hacer presente que durante la tramitación de la causa tantas veces mencionada, se procedió a efectuar peritajes cablegráficos que prueban la posibilidad de que tales documentos pudieron haber sido objeto de adulteraciones."
Fuera de estas falsas explicaciones no tenemos, como dijimos, ningún antecedente certero del lugar donde fue llevada Reinalda Pereira luego de ser secuestrada.
AÑO 1977.
Luego de ser detenida y sacada de su casa, casi inconsciente, GLORIA XIMENA DELARD habría sido conducida a un campo de concentración en la ciudad de Buenos Aires.
Por amigos, los padres de las hermanas Delard y de Roberto Cristi, supieron que Gloria Ximena tuvo una hija de sexo femenino en julio de 1977.

TODAS IBAMOS A SER REINAS


Antecedentes

Capítulo II .



Cecilia Labrin Sazo
Tenía 25 años el 12 de Agosto de 1974, fecha de su detención y desaparecimiento; se encontraba embarazada de tres meses. Cecilia era la mayor de tres hermanos y tenía 12 años cuando sus padres se separan, quedando la familia en pésimas condiciones económicas.
La recuerdan bajita, de grandes ojos sonrientes. Alegre, vivaz, Coqueta. Llena de amigos, conversadora y extraordinariamente generosa. Quiso estudiar Servicio Social por su vocación de ayudar a los más pobres, pobreza que ella había conocido muy duramente en la niñez.
Madura y serena para enfrentar los problemas, al quedar sola su madre, ella se transforma en su apoyo, su confidente, su guía: cumple el papel de pilar de la familia al separarse sus padres y más tarde, cuando hay que internar a un hermano que desarrolla un cuadro de esquizofrenia.
Muy buena alumna en la secundaria y en la Universidad. Su gran compromiso social y político la lleva a participar activamente en la reforma universitaria. Más tarde ingresaría al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, militancia que su familia ignoraba hasta después de su detención.
Una compañera de estudios que la recuerda años más tarde, cuando Cecilia ya estaba desaparecida, se expresa así: "Tenía una clara inteligencia Nunca la vi restarse a vivir plenamente.
Nunca la vi vacilar en la defensa de sus ideales. Todo en ella tenía una gran armonía".
Era responsable y trabajadora, al momento de ser detenida Cecilia tenía una ayudantía en su escuela y trabajaba en la fábrica Hucke. El golpe de estado la habla afectado profundamente. No tomó sin embargo ninguna precaución, a pesar de que día a día comentaba a su madre y hermana, lo que estaba sucediendo con amigos de ella.
El día 12 de Agosto de 1974 fue detenida y sacada de su hogar ante la presencia de su madre y hermana: "se veía tranquila. Dijo: No te deprimas mama, yo no voy sola; llevo a mi hijo y él me dará fuerzas y muchos deseos de seguir luchando".
En el Recurso de Amparo la madre de Cecilia describe el secuestro de su hija:" el día 12 de Agosto a las 10 de la noche, llegaron hasta nuestra casa tres personas que no se identificaron.
Pidieron ingresar al interior de la casa, por cuanto querían hablar con mi hija, doña María Cecilia Labrín Sao, quién en ese momento se encontraba en cama, y ante el requerimiento de estas personas se levantó a conversar con ellas; estas personas ya habían venido hasta nuestra casa 10 días antes y también habían solicitado hablar con mi hija, que se encontraba en ese momento en cama debido a dificultades que tenía a raíz de un embarazo: en esa ocasión estas personas le pidieron que los acompañara; pero en vista de que mi hija no estaba bien de salud expresaron que volverían. Esta segunda vez estos individuos le pidieron que se vistiera para que los acompañara a hacer una consulta, según dijeron, 'cuestión de media hora y que ellos mismos la traerían de vuelta; una vez que mi hija se vistió salieron de la casa y la subieron a una camioneta Chevrolet de color rojo; yo les solicité que me permitieran acompañada; sin embargo me dijeron que no podía; por cuanto en la cabina no cabina más de cuatro personas".
"Como estos individuos me dijeron que la llevaban a la Comisaría 23 de Carabineros, esa misma noche me dirigía ese lugar, sin embargo allí Carabineros me informó que ellos no la habían detenido ni se encontraba en ese lugar".
La madre de Cecilia nos describe así a los tres hombres que llegaron a su casa el día 12 de Agosto de 1974: "Eran hombres jóvenes, bien vestidos, estaban de civil Uno era bajo de unos 25 años, algo gordo, ojos claros. Estaba algo bebido. Otro, era flaco, enjuto, también bajo y moreno, tendría unos 35 a 40 años. El que hacía de jefe era alto, moreno, delgado, pelo crespo... los reconocería inmediatamente si los volviera a ver.., todos muy gentiles, Cecilia los hizo pasar, no estaba asustada". Frente a una pregunta dirigida de sí estaría Osvaldo Romo en el grupo, la señora Olivia responde categóricamente que no.
Gloria Ester Lagos Nilsson
Era alta, delgada, trigueña, hermosa, alegre, llena de vida. De ojos grises, de mirada profunda y dulce, extraordinariamente cariñosa.
Al momento de ser detenida el día 26 de agosto de 1974 tenía 28 años y se encontraba embarazada de tres meses y medio. Tenía tres hijos de su primer matrimonio: Héctor de 10 años, Marcela de 8 y Patricio de 6. Había nacido en Porvenir, al sur de Chile el día 29 de septiembre de 1945. El hermano de Gloria se habla asilado a comienzos de 1974 en la Embajada de México debido a que era intensamente perseguido; este hecho produjo en Gloria una enorme tristeza.
De profesión secretaria, trabajó en La Moneda junto al presidente Salvador Allende a quien Gloria admiraba profundamente. Sus hijos pequeños la habían acompañado varias veces al palacio presidencial.
Después del golpe militar su casa fue allanada violentamente en dos oportunidades.
Dos días antes de su secuestro había presentado en el Comité por la Paz un Recurso de Amparo por Julio Humberto Rodríguez Jorquera, su conviviente, quien había sido detenido por el Servicio de Inteligencia Militar. El mismo día que la detuvieron venía de presentar un nuevo Recurso de Amparo, el que consta en los archivos del Comité por la Paz. Al llegar a su casa los vecinos le advirtieron que no entrara pues había hombres armados en su departamento. Ella respondió "como no voy a entrar si están mis hijos adentro".
Esa noche los agentes habían conducido a Julio Humberto a casa de Gloria donde ella y sus hijos lo vieron brutalmente torturado. En esa oportunidad Julio Humberto logra huir por la cocina del departamento ante un descuido de sus aprehensores.
Al parecer, por antecedentes que tenemos, Gloria fue llevada de rehén debido a la huida de Julio Humberto Rodríguez, quién luego logró asilarse en una embajada.
Muchos años después su hija Marcela relata así su secuestro: "en ese momento tocaron la puerta en forma violenta preguntando por mi madre, ante nuestra desesperación y súplica, los militares respondieron que no nos preocupáramos, que le harían algunas preguntas y que al día siguiente estaría de regreso".
Su hija Marcela tiene la imagen grabada nítidamente en la memoria, como si hubiera sido ayer:
"cuando vi que mi madre se alejaba corro a la ventana llorando y gritando una y otra vez que no se la llevaran, allí divisé unos como vestidos para la guerra. Yo quería que mi madre se quedara conmigo, con nosotros tres, pero no fue así".
Cecilia Bojanic Abad.
Cecilia era la mayor de 3 hermanos. Su padre, Andrés Bojanic era empleado en la Farmacia Bristol de Providencia y su madre Eliana Abad, dueña de casa.
Cecilia nació el 7 de mayo de 1951. Desde chica tenía gustos marcados por el dibujo, la pintura, e incluso llegó a escribir dos o tres cuentos que su madre guarda celosamente. Siempre participaba o era la que organizaba los actos culturales de su colegio. Era además muy sociable. Por dificultades económicas de su familia debió terminar sus estudios secundarios en una escuela nocturna. Por esa época tomaba clases de canto. "Tenía una gran sensibilidad frente a la pobreza, siempre estaba tratando de ayudar a los niños más necesitados. La injusticia la desesperaba. Fue en el liceo donde conoció a Flavio", quién era "brillante y generoso". Se casó con él a los 20 años, la madre de Cecilia dice que ellos:"llevaban una vida humilde y eran felices en su sencillez'.
Cecilia trabajaba como secretaria. Primero en una empresa de publicidad y luego, al momento de su detención, en el laboratorio Sandoz.
El día 2 de Octubre de 1974, individuos armados llegaron a la casa ubicada en la calle Paraguay 1156 de la comuna de la Granja, donde vivían Flavio, Cecilia y su hijo Leonardo de un año y medio de edad. Los individuos luego de allanar la casa y al no encontrar a Flavio secuestraron a Cecilia y a Leonardo. Ella alcanzó a gritar a una vecina "dile a mi mamá que no sé cuando vuelva que no alcancé a lavar la ropa del niño".
Su madre relata: "al día siguiente al ir al departamento, encontré las tazas servidas, el pan y el café y la mamadera que Leonardo no tomó. Además un gran desorden en toda la pieza".
Los secuestradores, dos individuos vestidos de civil, en el momento que huían con Cecilia y su pequeño hijo, se encontraron con una vecina en un pasadizo que separaba a ambas casas y la amenazaron con una pistola diciéndole: "usted no ha visto nada".
Luego del rapto de madre e hijo, que fueron introducidos en un automóvil, los secuestradores se dirigieron a la casa de la hermana de Cecilia, Jimena Carolina, a buscar a Flavio Oyarzún. Este se encontraba en la casa de una vecina de Jimena Carolina siendo allí detenido. La señora Mary Walter, relatará más tarde estos hechos.
Todos estos hechos fueron detallados en la denuncia por el secuestro de Cecilia y Flavio, interpuesta un tiempo después por la madre de Flavio, señora Herminia Soto Almocid, C.I. No: 33.602 de Puerto Ayes, ante el Cuarto Juzgado del Crimen de Mayor Cuantía de Santiago, Causa Rol 9.746. En ella, doña Herminia declara: "el día 2 de Octubre de 1974, alrededor de las 6 de la tarde dos individuos, vestidos de civil y armados y que, según presumían personas que los vieron, serían de los Servidos de Inteligencia, llegaron hasta el domicilio ya indicado del matrimonio ya individualizado y a viva fuerza, apoyándose en las Armas que portaban y exhibían y aprovechándose de la superioridad de su sexo, procedieron a secuestrar a mi nuera y a mi nieto Leonardo Oyarzún Bojanic, de sólo año y medio de edad".
"Los secuestradores o aprehensores, que en ningún momento se identificaron, incluso en el momento que huían y ya habían sustraído al menor y a su madre, se encontraron en un pasadizo que separaba la casa de mi hijo con la casa colindante, con una vecina a quiénes amenazaron diciéndole: 'usted no ha visto nada'. Esta vecina, que naturalmente esta muy asustada y que no ha sido posible que me diera su individualización completa, aún vive en la misma dirección, calle Paraguay No 1340, paradero 22 de Santa Rosa, en esta ciudad".
"Esa misma tarde estos individuos llevaron a mi nuera Cecilia Bojanic, a casa de una hermana de ella (se refiere a doña Jimena Carolina Bojanic), en donde procedieron a aprehender o secuestrar a mi hijo, Flavio Arquimides Oyarzún Soto, ya individualizado, llevándoselo junto con su esposa a un lugar no precisado. El menor Oyarzún Bojanic fue devuelto el mismo día en que fuera sustraído. Sin embargo a sus padres aún se les mantiene privados de libertad y ocultos".
En el mismo proceso comparece, además doña Mary Walter Armijo, domiciliada (al igual que la hermana de la afectada) en Plaza Sanfuente No 252, de las Condes quien declara a fs.14: "..fui testigo presencial de la detención de Flavio Oyarzún, hecho que ocurrió el día 2 de Octubre de 1974 y mientras éste se encontraba de visita en mi domicilio. Llegaron ese día dos personas vestidas de civil, las cuales traían detenida a la esposa de Oyarzún y al hijo de ambos, de meses de edad. Estas personas no se identificaron y solamente se limitaron a entrar y sacar a Oyarzún desde mi domicilio en calidad de detenido".
Jacqueline Paulette Drouilly Yurich
Jacqueline tenía 24 años cuando fue detenida el día 30 de Octubre de 1974. Al día siguiente detuvieron a su esposo, Marcelo Salinas. Jacqueline se encontraba embarazada de tres meses.
Había nacido en Santiago el 3 de Diciembre de 1949 y era la mayor de 4 hermanas. Su madre es Norma Yurich y su padre Jorge Drouilly. La infancia y adolescencia de Jacqueline transcurrió en Temuco, ciudad a la que su padre, de profesión arquitecto, había sido trasladado por el Ministerio de Obras Públicas. Estudió en el Colegio Alemán de esa ciudad.
Según su madre, Jacqueline hablaba perfectamente alemán: "Los últimos años de enseñanza media los cursó en el colegio Bautista de Temuco. Luego entró en la carrera de Servicio social En medio de la lluvia del sur creció mi hija, hasta que volvió a Santiago ya casada".
Al llegar a Santiago ingresó a la escuela de Teatro de la Universidad de Chile, esperando reanudar sus estudios de Servicio Social.
La madre la describe: "alta, delgada, de caderas anchas, muy graciosa, como una gacela por sus movimientos. Llamaba la atención por su físico, pero más que nada destacaba en ella, la alegría espontánea. Era de una actividad desmedida; donde ella llegaba, todo cambiaba". Algunos de sus amigos la describen buena para las fiestas, sencilla y alegre, buena para los cuentos y las bromas; su alegría y su risa eran contagiosas. Tenía un afán por ayudar a todo el mundo, la pobreza la desesperaba, siempre andaba juntando ropas y juguetes para los niños pobres de Temuco. Personas que la conocieron cuando Jacqueline era una niñita la evocan como un torbellino, alegre, risueña y juguetona.
Jacqueline se había casado el 2 de Agosto de 1974 con Marcelo Salinas Eytel, de 32 años, Técnico Electricista, militante del MIR. Al momento de su detención Jacqueline vivía con Marcelo en la parte de arriba de la casa de María de la Luz Varela, compañera de la Universidad, quien posteriormente entrega testimonio y detalles de la detención del matrimonio.
El día 30 de Octubre de 1974, cerca de la media noche, individuos de civil llegaron a la calle Alberto Decombe, número 1191. Jacqueline se encontraba en la planta baja haciendo un trabajo a máquina para la Universidad junto a su compañera de estudios: los individuos preguntaron por Marcelo Salinas. Jacqueline les dijo que no estaba, pero se identificó como su esposa. Inmediatamente empezaron a interrogarla y bruscamente la hicieron subir al segundo piso, donde la golpearon brutalmente, mientras allanaban, para que indicara el paradero de Marcelo. Jacqueline alcanzó a ponerse un abrigo de lana y un gorro y se la llevaron. Los aprehensores le dijeron a María de la Luz Varela que la detenían como rehén.
A las 6 de la mañana del día siguiente, 31 de Octubre de 1974 volvieron los hombres fuertemente armados y en varios vehículos. Se instalaron en la casa a esperar. En un momento sonó el teléfono. Era Marcelo quien llamaba. Obligaron a que contestara la hija de la dueña de casa, quién dijo que Jacqueline estaba en el baño, según le indicaron los agentes. Marcelo le pidió que le dijera que en 20 minutos más la pasaría a buscar. Así lo hizo, llegando en un taxi al domicilio; al ver a los militares pensó seguir de largo, los hombres dispararon a las ruedas del auto. Marcelo y el chofer fueron detenidos.
Michelle Peña Herreros.
Era hija natural de doña Gregoria Peña Herreros. A la edad de 9 años, la madre de Michelle había atravesado los Pirineos, junto a sus padres en pleno invierno, huyendo del franquismo. Era 1939. La guerra civil española habla terminado y los que hablan luchado defendiendo la República huían hacia Francia. En Francia los esperaban, los campos de refugiados y luego la segunda guerra mundial. A los 16 años de edad su madre Gregoria queda embarazada de un joven francés, quien no reconoce a Michelle ni le da su apellido: "No dudé en ningún momento en tener a mi hija, a pesar de que el padre no quiso casarse conmigo".
Michelle nació en Francia en la dudad de Toulouse, el día 27 de Julio de 1947. En 1952 llega a Chile con su madre y sus abuelos; venían a reunirse con la hermana de su abuela y su marido don Antonio García quién había llegado a Chile en el Winnipeg. Michelle creció rodeada de españoles refugiados, oyendo los relatos de la guerra civil, las canciones de la resistencia y compenetrándose de los ideales de justicia e igualdad que todo ese ambiente transmitía.
Desde niña se identificó con las ideas de la democracia y el socialismo.
La madre la recuerda: "sana pero malaza para comer, cuando algo no le gustaba simplemente me amenazaba con vomitar y lo hacía. Muy inteligente, especialmente hábil y rápida para las matemáticas, pero floja para estudiar... Confiaba en sus capacidades, prefería leer, escuchar música y tocar guitarra. Alegre; pero rabiosa, eso sí nada de rencorosa. Tenía un carácter decidido y firme Cariñosa y amistosa con la gente que quería. Fumaba un cigarrillo tras otro, apasionada por muchas cosas; sin embargo fácilmente abandonaba algo que había empezado...
Era extraordinariamente generosa... Había tenido tres pololos, todos ellos más pobres y necesitados que ella."
Michelle siempre vivió en Santiago, estudié en el Liceo Nº 1 de Niñas: "Dio excelente prueba de aptitud académica" y entró a estudiar medicina a petición de la madre, "pero a pesar de que era una apasionada de Freud prefería las matemáticas y por eso se decidió por ingeniería".
Gregoria se casó en Chile y tiene una hija, Gabriela, 16 años menor que Michelle: "ella la quería enormemente, como a una verdadera hermana.
Michelle era "alta, gorda, de tez blanca, ojos muy grandes de color café, muy expresivos y de mirada firme y alegre algo burlona, la nariz respingona. Sumamente expresiva, hablaba con sus gestos y sus manos... Era discutidora, no se quedaba callada sobre todo frente a las injusticias...
No era española, se sentía profundamente chilena".
Michelle se había ido a vivir con dos compañeras a un departamento en la calle Mosqueto, uno o dos años antes del golpe militar. Visitaba a su familia a menudo. Por esa época cursaba el tercer año de ingeniería, había trabajado además como bibliotecaria en el Instituto Chileno Vietnamita de Cultura y como secretaria en los Sindicatos Obreros de Mademsa y Cristalerías Chile.
Seis meses antes de su detención Michelle empezó a ser buscada. Gregoria, su madre, era vigilada constantemente. Hombres de civil hicieron punto fijo en la fuente de soda que Gregoria tenía frente a las Fiscalías Militares. Su casa fue allanada en dos oportunidades. Seguían a Gregoria constantemente. Era la persecución contra el Partido Socialista.
Diez o doce días antes del secuestro de Michelle, relata Gregoria: "logre juntarme con ella, nos encontramos en el Drugstore de Providencia, Luego fuimos a comer un sandwich de lomito al "Kika". La encontré sumamente delgada, allí supe que estaba embarazada de ocho meses y medio. Habíamos hecho todos los trámites para asilada en la embajada de Francia. Michelle no aceptó, creía que la dictadura no podría <¡unir mucho tiempo. En esa oportunidad me contó que su compañero era Ricardo Lagos Salinas; joven militante del Partido Socialista". Ricardo era hijo del ex Alcalde de Chillán quién junto a su esposa que se encontraba embarazada, Sonia Ojeda Grandón, y a su hijo Carlos Eduardo fueron muertos durante un operativo militar realizado en su propio domicilio en la ciudad de Chillán, pocos días después del 11 de septiembre de 1973. Ricardo de 24 años, ex Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, fue arrestado junto a Michelle el día 20 de junio de 1975 a las 15:30 hrs. en la Villa Japón, situada en el sector Las Rejas. El arresto fue practicado posiblemente por la DINA. No existe ningún testigo que haya aceptado hacer denuncia de este hecho. Por esos días fueron detenidos altos dirigentes del Partido Socialista, Carlos Lorca y Exequiel Ponce, ambos desaparecidos. Nalvia Rosa Mena Alvarado. Nació el 26 de Agosto de 1955. Tenía 20 años al momento en que fue secuestrada junto a su cónyuge, su cuñado y su hijo de dos años y medio, el día 29 de Abril de 1976. Su padre, Segundo Mena Salinas, era obrero, militante y dirigente del Partido Comunista de Chile, casado con doña Ernestina Alvarado Rivas. En total tenían once hijos, Nalvia era la séptima. La familia era pobre, pero todos los hijos fueron a la escuela y recibieron la enseñanza básica. Los mayores al momento del golpe, estaban en la Universidad. "Esta familia tenía una pobreza tan digna" recuerda doña Ana Gonzalez, suegra de Nalvia y agrega: "Nalvia era alta, esbelta de grandes ojos café claro, pelo castaño liso, de mirada muy dulce igual que su carácter, callada y tímida, pero muy expresiva, de pocas palabras, pero decía justo lo preciso. Se destacaba por sus habilidades; por su afán de superarse". Llega a la enseñanza media sin dificultades. De hermosa voz, es seleccionada para el coro de su población. Poco a poco empieza a interesarse por los problemas sociales. Participa en trabajos voluntarios de hermoseamiento de las plazas del barrio. En su adolescencia empieza a militar en las Juventudes Comunistas. Durante el Congreso del año 1972 conoce a Luis Emilio, militante al igual que ella. Luego del golpe ambos intentan asilarse, pues el hermano mayor de Nalvia había sido detenido y ambas familias estaban amenazadas por la represión; sin embargo son rechazados por la Embajada de Holanda, pues Nalvia se encontraba embarazada. Durante meses deben vivir de allegados en la casa de los padres de Luis Emilio. Más tarde, Luis Emilio junto a su hermano Manuel logra trabajar en una pequeña oficina de comercialización de impresos en la calle Nataniel 47. Por primera vez en la vida ambos tuvieron una ligera tranquilidad económica. Nalvia acostumbraba a ir con su pequeño hijo, todas las tardes a buscar a su esposo y a su cuñado Manuel. Así sucedió el día en que todos fueron secuestrados. La madre de Nalvia Rosa relata los hechos: "El 29 de abril de 1976, Nalvia Rosa junto a su hijo de 2 años y medio de edad, me visita y seria aproximadamente a las 19:30 P.M. junto con sus dos hermanas que la acompañaron al lugar de trabajo de Luís Emilio, su esposo, en Nataniel 47. Con él trabajaba Manuel Guillermo, su hermano. A las 21:30 P.M. se dirigieron a su hogar; con su hijo pequeño. Antes de llegar a su casa fueron interceptados por seis individuos de civil que portaban metralletas, los que bajaron de un auto Chevy de Investigaciones, un taxi y una furgoneta, golpeándolos ferozmente. Nalvia fue golpeada en el vientre por uno de sus aprehensores con una metralleta, cayendo desmayada, fue entonces introducida a uno de los vehículos, junto con su hijo, su esposo y su cuñado. Los vehículos partieron con rumbo desconocido. Alrededor de la medianoche, a media cuadra de la casa de la familia Recabarren Mena, fue arrojado desde un taxi el hijo de Nalvia, por un hombre alto y corpulento. El niño se encontraba muy nervioso e impresionado por los hechos de la detención. Fue encontrado llorando por Ana su abuela paterna. Al día siguiente, Manuel Segundo Recabarren Rojas padre de Luis Emilio y Manuel Guillermo, salió de casa muy de mañana con el objeto de hacer las averiguaciones del caso. Tampoco llegó a su destino fue también detenido y hecho desaparecer por las fuerzas de seguridad Por averiguaciones posteriores al día de la detención de Nalvia, de su esposo, su cuñado y también de su suegro, se sabe que hubo personas que presenciaron los hechos". "Desde el día 30 de abril del 76, en la mañana, cuando se presentó mi consuegra en mi hogar, con mi nieto en brazos, supe de la detención de mi hija Nalvia Rosa, de su esposo, de su cuñado y de su suegro. Por Ana Gonzalez, su suegra, sabemos que Nalvia había alcanzado a comprar un buzito blanco para su futuro hijo y se había hecho un vestido para su embarazo: "hermoso, pues dentro de su pobreza ella tenía muy buen gusto y era como distinguida". Elizabeth de las Mercedes Rekas Urra. Tenía 27 años cuando fue secuestrada el día 26 de Mayo de 1976. Había nacido en Santiago el 28 de Marzo de 1949. Era casada con Antonio Eliozondo Ormanechea, quién fue detenido y desapareció junto con ella. Se encontraba embarazada de 4 meses. Al igual que Cecilia Labrín, Elizabeth había estudiado la carrera de Asistente Social. Tanto su madre como su padre fallecieron mucho antes de su detención. La vida para ella y su hermano Andrés, con quien vivía, no era nada de fácil. Sus compañeros de escuela la recuerdan: "vital ocurrente, destacaba entre los grupos de alumnos de la escuela de trabajo social de la calle Condell. Siempre conversando, ideando, organizando cosas para llevar adelante el proceso de la Unidad Popular. Hermosos rayados, bellas canciones, formaban parte de ese ambiente fraterno y solidario que se daba en todas las universidades". De estatura media, delgada, morena, rápida de mirada y de movimientos. No dejaba nunca de trabajar para obtener reivindicaciones: la instalación de un buen casino para los estudiantes y funcionarios, la preparación de una pascua con obsequios para todos. Después del Golpe Militar del 11 de Septiembre quedó sancionada en su escuela. En ese momento hacía el seminario de título. Logró finalmente reincorporarse y recibirse antes de la detención. Cuando fue secuestrada trabajaba como Asistente Social del Metro de Santiago. De la detención de Elizabeth y su esposo Antonio podemos informarnos por el Recurso de Amparo presentado ante la Corte de Apelaciones de Santiago por Andrés C. Rekas Urra, C.I. No: 6.018.043-1, de Santiago. A f.s. 8 acompaña una declaración jurada de la detención y los hechos que él presenció que configuran la búsqueda y la detención de los afectados por agentes de la DINA. Dice en su declaración "que el día Sábado 22 de Mayo del presente año (1976) fui informado por vecinos míos que personas de civil que se identificaron como pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional DINA, habían preguntado por mí en el barrio, interesándose especialmente en mis actividades y lugar de trabajo; que al día personas volvieron al barrio, y esta vez comenzaron a inquirir entre los vecinos datos acerca de mi cuñado don Antonio Elizondo Ormanechea, casado con mi hermana Elizabeth Rekas Urra..". Más adelante Andrés Rekas relata su detención, ocurrida el 24 de Mayo: 'poco rato después de haberme ingresado a Villa Grimaldi me llevaron a una sala distinta en la que procedieron a interrogarme. Este interrogatorio se centro en preguntas respecto de mi hermana Elizabeth y de mi cuñado Antonio, inquiriéndome insistentemente acerca de sus actividades; y pude percatarme que estaban bastante informados acerca de las actividades que desarrollaban tanto mi hermana como mi cuñado, como también, en qué se habían desempeñado con anterioridad al 11 de Septiembre de 1973. Durante este interrogatorio me afirmaron que me dejarían en libertad sólo cuando detuvieran a mi hermana y mi cuñado, a quiénes estaban buscando precisamente para detenerlos. Durante este interrogatorio me preguntaron por una persona a la cual describieron como rubia, medio gordito, que andaba con un maletín y que con frecuencia iba a la casa, como también a qué Iba esta persona a nuestra casa, la persona a la cual hacían referencia es don Juan Maino Canales, a quién yo conozco hace varios años, que era compañero de curso en la universidad de mi cuñado; en el último tiempo estaban haciendo juntos su trabajo de memoria para la Universidad Técnica del Estado, razón por la cual incluso, Juan Maino Canales se quedaba a dormir en el departamento de mi hermana y mi cuñado. Una vez finalizado el interrogatorio fui sacado de Villa Grimaldi en el mismo vehículo en que se me detuvo, y me expresaron que me llevaban 'a ver si es tu hermana la persona que buscamos al llegar al centro de la ciudad me sacaron la venda y estacionaron el vehículo en la calle Lord Cochrane, frente al lugar donde trabajaba mi hermana, en la sede de la Dirección del Metro, a esperar que ésta saliera, para realizar el reconocimiento; aproximadamente a las 18:30 hrs. llegó hasta el lugar mi cuñado Antonio, en la citroneta en la que se movilizaba a la firma en que trabajaba, salió mi hermana, se subió a la citroneta y partieron. Al momento de llegar mi cuñado y ser visto por los agentes de la DINA, que estaban en el vehículo junto a mi; éstos exclamaron. 'éste es el. que andábamos buscando comparándolo con la fotografía tamaño carnet que de él tenían en sus manos, y que me habían mostrado anteriormente durante el interrogatorio; al ver a mi hermana, estas personas de la DINA expresaron igualmente: 'ahí viene la... que buscamos; una vez que partió la citroneta de mi cuñado Antonio, partió el Fiat 125, en que me tenían, detrás de ellos, con la intención de detener a sus ocupantes; sin embargo, varias cuadras más allá la citroneta se perdió de vista,ante lo cual los agentes de la Dina expresaron en voz alta su malestar por el hecho de que se les habían arrancado, ya que lo que pretendían ellos era detenerlos". El día 26 de mayo, aproximadamente a las 19.00 hrs. Andrés Rekas, todavía detenido en Villa Grimaldi, identificó la llegada de la citroneta de propiedad de la firma donde trabajaba su cuñado, que tenía un ruido característico cuando se detenía. Pudo también reconocer la voz de su hermana por los gritos que escuchó de ella. A los 2 días de su detención Andrés fue dejado en libertad, previa amenaza, para que no contara a nadie lo sucedido. Continuando su relato, agrega: "el día subsiguiente fui al departamento donde vivía mi hermana con su esposo, pudiendo constatar que ellos no se encontraban en él, y mirando por la ventana observé que en el interior había un gran desorden con cosas en el suelo y todo revuelto, signos evidentes de haber sido allanado; el mismo día viernes fui a los respectivos lugares de trabajo de mi cuñado y de mi hermana, donde constaté que ellos no habían ido a trabajar desde el día jueves, siendo el día miércoles el último que concurrieron a su trabajo, en la empresa Constructora "Raúl Varela" donde trabajaba mi cuñado y a la cual pertenecía la citroneta en que se movilizaba y que yo vi en Villa Grimaldi me confirmaron que no tenían noticias de mi cuñado ni del vehículo que él utilizaba". Horas más tarde, el mismo día 26 de mayo de 1976, fue detenido Juan Bosco Maino Canales, militante y dirigente del Partido Movimiento de Acción Popular Unitario, MAPU. De Elizabeth Rekas, embarazada, así como de Antonio Eliozondo y de Juan Mamo no se tiene ningún otro antecedente. Sus nombres aparecen en la lista de las personas detenidas y desaparecidas. Reinalda del Carmen Pereira Plaza. Era de mediana estatura, delgada, de hermosos ojos verdes, de cabello muy fino, color castaño oscuro, liso, con una sonrisa permanente en los labios. De movimientos rápidos y cortantes. Muy altiva, introvertida, reservada y exigente con las amistades, pero con las pocas que tenía, establecía lazos muy profundos. Muy ordenada y meticulosa. A veces ligera de genio. En general no era buena para bailar ni era muy amiga de las fiestas, pero según su madre "bailaba en forma muy especial la cueca." Reinalda había nacido el 5 de mayo de 1947, tenía 29 años cuando fue secuestrada y se encontraba en su sexto mes de embarazo. La recuerdan como una niña muy serena. Su padre Luis Pereira Lobos provenía de una familia humilde del pueblito de Viluco al interior de Maipo y su madre Luzmira Plaza Medina era de origen campesino. Cuando Reinalda tenía 4 ó 5 años, sus padres se trasladan con ella a Santiago a fin de darle una buena educación. Ella era la única hija. Muy pobres, la madre debía trabajar en diferentes oficios para ganarse la Vida: "Trabajé de todo, de empleada; de ama de llaves, en fin de cualquier cosa para educar a Reinalda'. Arrendaban una casita en Quinta Normal. El padre de Reinalda falleció cuando ella era aún una niñita; la madre continué trabajando duro para educarla. Reinalda responde a estos esfuerzos con inteligencia, dedicación, alegría, aprende de oído a tocar la guitarra, se esfuerza en ser la mejor alumna, brillante para las matemáticas. Egresa a los 16 años como la mejor alumna de humanidades del Liceo No 11. Su deseo era estudiar medicina, pero su situación económica se lo impide. Finalmente estudia Tecnología Médica especializándose en Hematología y Transfusión Sanguínea. Al egresar de la Universidad, en 1969, trabaja en la Escuela Dental y luego en el Hospital Sótero del Río. La madre no sabe exactamente cómo Reinalda fue adquiriendo su compromiso ideológico. "El padre que era de izquierda, le hablaba algo... de las injusticias, de la explotación, pero a mí eso no me gustaba, además siempre que le preguntaba algo ella me respondía haciendo el gesto, lo que sabe esta mano no lo puede saber la otra". Nos cuenta doña Luzmira. En julio de 1973 Reinalda del Carmen se casa con Max Santelices. "Previamente había tenido tres pololos, pero ella era exigente y ninguno la había convencido". Max era kinesiólogo y, al igual que ella, trabajaba en el Hospital Sótero del Río, "Se adoraban... siempre juntos" Para el día del golpe "salieron nuevamente a su trabajo, no pudieron volver hasta el cuarto día, ella venía triste pero serena". Advirtió a su madre "si nos pasa algo trata de no desesperarte". Siguieron trabajando normalmente pero el 29 de septiembre ambos fueron detenidos en el Hospital, junto a otros funcionarios, por soldados del Regimiento Ferrocarrilero de Puente Alto. Durante todo ese día estuvieron en el cuartel, Reinalda fue liberada en la noche, con el compromiso de firmar semanalmente. Max fue conducido al Estadio nacional Reinalda concurrió todas las semanas a firmar al Regimiento; al cabo de un año decidió no ir más. Max fue liberado luego de unos meses. En noviembre de 1973 ambos fueron exonerados de sus cargos en el Hospital. Reinalda no descansé hasta conseguir nuevamente trabajo; lo hizo como secretaria en varias consultas médicas, en breves reemplazos como tecnóloga médica y además entró a Inacap a estudiar dibujo técnico. Cuando fue detenida trabajaba como auxiliar en un laboratorio particular. Ese día habla salido de su casa a las 15.30 hrs. a realizar diligencias por su embarazo que ya cursaba su sexto mes. Su esposo, Max Santelices declaró, ante el Ministro en Visita, designado por la Corte de Apelaciones de Santiago, para investigar el desaparecimiento de Reinalda: "logramos determinar que su amiga y colega, doña Cristina Arancibia Caballero, la había dejado, el día de su desaparecimiento, siendo aproximadamente las 19 hrs., en el paradero de buses situado en San Joaquín con Sierra Bella, donde tomó un bus Lo Plaza. Ese y otros antecedentes nos llevaron a sostener que ella había sido detenida en los alrededores de Lo Plaza con Irarrázaval; pues bien, a partir del mes de marzo año en curso nos empezaron a llegar diversos recados, los primeros que teníamos de testigos presenciales de su privación de libertad. Los testimonios aludidos indican de manera constante que ella fue violentamente tomada a viva fuerza por dos sujetos e introducida dentro de un automóvil Peugeot azulino, d día 15 de Diciembre de 1976 a las 20:30 hrs. en la intersección de calle Rodrigo de Araya con Exequiel Fernández". Las afirmaciones de Max Santelices fueron más tarde corroboradas por algunos de estos testigos, cuando concurrieron a prestar declaración ante el Ministro en Visita. Max Alejandro Zuñiga Fernández, C.I.No: 335.430 de Concepción, declaró: "trabajo en la carnicería ubicada en Rodrigo de Araya 2171, esquina con Exequiel Fernández. A mediados del año pasado (1976), no recuerdo el día exacto, alrededor de las 20:30 horas, me encontraba al interior de mi negocio, cuando vi que un automóvil, al parecer de marca Peugeot, de color oscuro, que transitaba por Exequiel Fernández, de norte a sur, viró hacia el oriente por Rodrigo de A raya, deteniéndose en la esquina sur-oriente de estas calles, siempre por la calzada de la última arteria nombrada. Del vehículo se bajaron dos hombres altos, macizos, bien vestidos, quiénes tomaron a una mujer por los brazos y la arrastraron hacia el auto. Esta trató de gritar pero uno de los individuos le tapó la boca y la metió en el asiento delantero y enseguida subió al vehículo, continuando por Rodrigo de Araya hacia el oriente.., detrás del automóvil indicado iba otro de similares características, con cuatro o cinco individuos más en su interior, el cual también se detuvo en dicha esquina y luego siguió al otro en que llevaban a la mujer por calle Rodrigo de Araya hacia el oriente". La testigo, Doña Alda Richi, C.I.No: 1.294.851-4 de Santiago, expresó: "En la tarde, cuando aún no se entraba el sol me encontraba en mi negocio de verdulería de Rodrigo de A raya 2877, cuando vi que dos personas tomaban a una niña que estaba en Rodrigo de Araya con Exequiel Fernández y la subieron en un autito chico y se la llevaron. En dicho automóvil que al parecer era de color verde oscuro o azul oscuro iban unas cinco personas. Más adelante manifestó: "debo agregar a lo ya expuesto que en el auto venían varias personas; se detuvo cerca de la camioneta de mi marido en la cual yo estaba sentada, vi que de él se bajaron dos hombres, uno de ellos es descrito como gordo y de bigotes espesos, y me pareció haberles oído decir 'ahí viene; se acercaron a una niña que al parecer estaba en el paradero de las liebres esperando movilización, la tomaron entre los dos por los brazos, la llevaron hasta el vehículo, la introdujeron en él y partieron... Me parece que en el momento de ocurrir los hechos la dama tenía un poco más largo el pelo del que aparece en la fotografía". Al igual que los testigos ya citados, doña Manuela Mónica Ban-da, C.I.No: 5.631.895 de Santiago, relaté al tribunal lo que había presenciado: "en los momentos en que estaba empezando a oscurecer, me encontraba en mi casa de Exequiel Fernández 1940, al lado de adentro de la puerta de calle cuando me di cuenta que algo sucedía en la calle por el movimiento de la gente que estaba afuera. Yo salí y vi que el auto se alejaba". Tiempo después cuando el tribunal se constituyó en el lugar de la detención, la señora Banda manifestó que sintió gritos de mujer provenientes de un automóvil que se alejaba hacia el oriente, por Rodrigo de Araya. Doña Eliana Azunta Irene Bucchiazzo Caviglia, C.I.No: 99.602 de Ñuñoa, declaró también ante el Tribunal, corroborando lo dicho por los otros testigos: "Era verano, yo iba hacia la casa de mis padres ubicada en Rodrigo de A raya con Exequiel Fernández. Me desplazaba por esta última arteria al norte, y como a una cuadra relativamente corta de dicha esquina me percaté que en sentido contrario al mío se desplazaba un automóvil marca Peugeot, color oscuro, el que pasó frente a mí y más atrás dio la vuelta y se devolvió y al llegar a la esquina de Ezequiel Fernández con Rodrigo de Araya este automóvil se detuvo, y como el mismo vehículo me obstaculizaba la visibilidad, no pude percatarme bien de lo que ocurría pero sí vi que al parecer se bajaba una persona y posteriormente vi un bulto que se subía al automóvil y el automóvil partió rápidamente, por Rodrigo de A raya hacia la cordillera". No tenemos ningún testigo de lo que sucedió luego del secuestro de Reinalda. Nadie la vio nunca en ningún centro de detención. Gloria Ximena Delard Cabezas. Tenía 23 años cuando desapareció el 17 de enero de 1977. Era la segunda de cinco hermanos. Su hermana Carmen, un año mayor, fue secuestrada y hecha desaparecer al igual que ella en Argentina. Gloria nació en Ovalle, el 30 de junio de 1954, donde vivió hasta la edad de 5 años. Era casada con Roberto Cristi Melero, joven militante del MIR. Roberto había nacido el 17 de septiembre de 1950. Tenía 27 años cuando fue secuestrado junto a Gloria. Tenían dos hijos, Roberto de 3 años y Paula de 2. Al momento de su detención Gloria estaba embarazada de 3 meses. De ascendencia francesa, había nacido en un hogar de buena situación económica, con buenas relaciones humanas y en un ambiente de serenidad y alegría. Pequeñita de estatura. Delgada - muy morena, pelo muy negro y llamativo, ojos café, labios gruesos, ancha sonrisa. Le decían "la negra". Desde niña mostró un carácter muy dulce; hablaba con una voz suave y linda. Pero tenía sus explosiones, era algo celosa de su hermana Carmen a la que sentía era la preferida de su padre. A pesar de ello siempre fueron muy unidas; jugaban, leían juntas y con el tiempo sus ideas, creencias y principios eran casi idénticos. Eso sí, Gloria era más callada. Ambas generosas y sensibles frente a los niños pobres de Ovalle. Gloria todo lo daba desde muy niñita. En septiembre de 1959 el padre es trasladado a Santiago. Las hermanas entran a estudiar al Liceo No 1. Muy buena alumna, excepcionalmente hábil para las matemáticas, sacó el puntaje más alto de su curso en esta materia en la prueba de Aptitud Académica. Carmen se va a Valdivia en 1969 a estudiar Medicina. Un año después Gloria parte a Concepción a estudiar Economía. En la universidad conoce a Roberto Cristi y se hacen rápidamente amigos y compañeros inseparables. Cursaban tercer año de economía al momento del golpe. Luego del 11 de septiembre Gloria y Roberto no vuelven más a la Universidad y deben esconderse pues eran intensamente buscados debido a la militancia que ambos tenían. Igual cosa sucede con Carmen y su cónyuge, José Luis Appel, en Valdivia. Los cuatro jóvenes logran llegar con mucha dificultad a la casa de sus padres en la calle José de Moraleda en Santiago. Se ocultan durante un tiempo en una casa en la playa, pero la persecución, la tortura, el desaparecimiento de muchos de sus compañeros los acosan. Deciden entonces viajar a Argentina, donde solicitan visa de residencia. Roberto y Gloria concurren junto con sus hijos al Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas, ACNUR, con sede en Buenos Aires, a solicitar el estatuto de refugiados políticos porque se enteran de que eran buscados por agentes de seguridad chilenos en Argentina. El 17 de enero de 1977 a las 0.30 hrs. varios agentes de seguridad ingresan a la casa, ubicada en la calle Castelli 1270 B del Barrio Ramón Mejías de Buenos Aires. Los dos pequeños hijos de Gloria, Roberto y Paula, presenciaron el allanamiento a la casa y la tortura de su padre, declaran vecinos que anteriormente habían sido interrogados mostrándoles fotos para reconocerles. Según estos vecinos a Roberto le aplicaron electricidad y lo quemaron con una plancha. Al cabo de una hora y media de gritos y llantos, Gloria y Roberto son sacadoscasi inconscientes fuera del hogar. Los dos niños son entregados a los vecinos. Al día siguiente los agentes volvieron a revisar la casa. Les mostraron fotos a los vecinos y dijeron que a Carmen, la hermana de Gloria, y a José Luis, ya los tenían detenidos. En efecto, José Luis Appel de la Cruz y Carmen Delard se habían establecido en Cipolletti, pueblito de Neuquén, Provincia de Río Bueno, en Argentina. José Luis fue detenido el 10 de enero de 1977 cuando caminaba por la calle. Carmen al divisar el secuestro, ya que se encontraba distante de él, regresó a su casa y dejó a su hija con unos vecinos. Luego se dirigió a la Comisaría de Policías a hacer la denuncia. De allí no regresó nunca más. Siete días después detienen a Gloria y a Roberto en Buenos Aires. No tenemos ningún testigo ni antecedentes de lo que puede haber sucedido con todos ellos, luego de sus secuestros.'